Y todo empezó por dormir en el piso...
(La historia arranca mal pero termina bien, vas a ver).
Mi nombre es Juanma y hace 8 años me separaba. Por lo que no tuve más opción que el destierro y tener que amoblar el lugar que encontrase (Es que el depto era de ella y además de mi ropa, solo llevaba conmigo un cucharón de madera y una tostadora. Si, si, hasta el Chavo del 8 tenía más cosas).
Como imaginarás, tenía el ánimo por el piso. Al igual que el colchón que me prestaron porque aún no tenía cama. Y es que todas las que iba a ver y probar para comprar no me cerraban, no me gustaban. O trabajaban materiales de mala calidad o no tenían buen espacio de guardado o el que me atendía acababa de comer una pizza de fugazzeta rellena y tenía mal aliento, en fin.
La frustración llegó a tal punto que me llevó a fabricar mi propia cama. ¿Qué podía malir sal? Asesorándome previamente y recopilando información de Internet, pude hacer un garabato que podía confundirse con un “diseño”. Mandé a hacer el despiece a un famosísimo multimarca llamado “FACIL” (¡Que me cobró cariiiiiiiiisimo!) y luego, con atornilladora en mano y dedo magullado mediante, ensamblé todo de tal forma que, como resultado y para mi sorpresa, una dignísima cama con cajones había quedado en pie. Cayeron lágrimas de emoción, admito.
Acababa de fabricar una cama que no estaba en el mercado (o por lo menos no de la forma que yo la concebía). Es decir, funcional y accesible para el bolsillo de todos, sobre todo para el del separado.
No pasó mucho tiempo para darme cuenta de que nacía una idea de negocios. Con mi amigo Gustavo, que al igual que yo es más “del hacer” que “del pensar”, dos kamikazes resumiendo, empezamos a invertir en preparación y equipamiento. Que una máquina de corte por acá, que una pegadora de filo por allá, que el depósito de la vuelta está en alquiler, etc. Los errores nos sopapearon de lo lindo, pero así y todo en estos 8 años pasamos de un colchón en el piso a fabricar todo lo que ves en esta página.
Sabemos que los espacios se van achicando y diseñamos los muebles no solo para que sean lindos, sino para que en definitiva te hagan la vida más fácil. Así como mi cama me salvó de seguir con la espalda dura y me hizo agrandar el espacio que tenía en el monoambiente, esperamos que todo lo que encuentres aquí pueda servirte de la misma forma. Esa es la idea. Ese es nuestro deseo.